sábado, 28 de junio de 2008
Vivir por sus propios medios
La palabra eutanasia viene del griego eu=bueno, thanatos=muerte, que significa "buena muerte", término filosófico que ha evolucionado con el tiempo.
La eutanasia o “muerte digna”, como se la llama a esta muerte voluntaria, a este “derecho” de las personas a decidir sobre el modo de poner fin a su vida, es un tema de discusión que atrae muchas miradas. Desde la condena que le presta la iglesia, pasando por el Comité Nacional de Ética, hasta las distintas concepciones diplomáticas y judiciales, como por ejemplo la modificación legislativa en Holanda en 1994, que no inicia procedimientos judiciales si se respetan ciertos requisitos para accionarla.
En 1935, en Londres, se crea la “asociación para una muerte digna”. La Iglesia, ya en 1980 y posteriormente en 1995, a través de la encíclica “Evangelium Vitae”, condena expresamente la eutanasia, el aborto y cualquier otro atentado a la vida humana. Pero, ¿es una muerte digna o no?
Tomemos un caso real: En España un hombre tetrapléjico desde hace 30 años, llevaba más de 25 exigiendo a la justicia su derecho a poner fin a su vida con la eutanasia. El 12 de enero de 1998 murió y a los pocos días se descubrió, ante la conmoción de todo el país, que había fallecido tras un suicidio asistido con cianuro.
Si merecía este paciente seguir así o no seguir así es cuestión propia o de la familia, no de la justicia. No hay ninguna declaración que indique si es normal o no es normal depender de un respirador o de cualquier otro aparato para seguir viviendo. Entonces, evitar el sufrimiento no va en contra de la ética o de la moral.
Si alguien en estado vegetativo, decide tratar de seguir o morir por sus propios medios y no depender de nada ni de nadie, no es condenable, ni falto de ética. La eutanasia no es la “muerte digna” o la “muerte indigna” de una persona que por sí sola no puede vivir. La eutanasia no es tampoco un atentado contra la vida humana. La eutanasia es permitir al enfermo que siga sus propios pasos, vivir por sus propios medios.
En la Edad Media, Tomás Moro, en su famosa obra, Utopía, afirma por una parte que se debe prestar a los moribundos todo cuidado y solidaridad, pero considera que, en casos de dolores extraordinarios, se puede recomendar poner término a su vida.
La eutanasia o “muerte digna”, como se la llama a esta muerte voluntaria, a este “derecho” de las personas a decidir sobre el modo de poner fin a su vida, es un tema de discusión que atrae muchas miradas. Desde la condena que le presta la iglesia, pasando por el Comité Nacional de Ética, hasta las distintas concepciones diplomáticas y judiciales, como por ejemplo la modificación legislativa en Holanda en 1994, que no inicia procedimientos judiciales si se respetan ciertos requisitos para accionarla.
En 1935, en Londres, se crea la “asociación para una muerte digna”. La Iglesia, ya en 1980 y posteriormente en 1995, a través de la encíclica “Evangelium Vitae”, condena expresamente la eutanasia, el aborto y cualquier otro atentado a la vida humana. Pero, ¿es una muerte digna o no?
Tomemos un caso real: En España un hombre tetrapléjico desde hace 30 años, llevaba más de 25 exigiendo a la justicia su derecho a poner fin a su vida con la eutanasia. El 12 de enero de 1998 murió y a los pocos días se descubrió, ante la conmoción de todo el país, que había fallecido tras un suicidio asistido con cianuro.
Si merecía este paciente seguir así o no seguir así es cuestión propia o de la familia, no de la justicia. No hay ninguna declaración que indique si es normal o no es normal depender de un respirador o de cualquier otro aparato para seguir viviendo. Entonces, evitar el sufrimiento no va en contra de la ética o de la moral.
Si alguien en estado vegetativo, decide tratar de seguir o morir por sus propios medios y no depender de nada ni de nadie, no es condenable, ni falto de ética. La eutanasia no es la “muerte digna” o la “muerte indigna” de una persona que por sí sola no puede vivir. La eutanasia no es tampoco un atentado contra la vida humana. La eutanasia es permitir al enfermo que siga sus propios pasos, vivir por sus propios medios.
En la Edad Media, Tomás Moro, en su famosa obra, Utopía, afirma por una parte que se debe prestar a los moribundos todo cuidado y solidaridad, pero considera que, en casos de dolores extraordinarios, se puede recomendar poner término a su vida.
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12 comentarios:
el tema es dificil, porque es como opinar a la ligera no sirve si uno no lo pasó de cerca aunque sea.
Pero creo que no se puede condenar a una persona a sufrir. El tema tiene una carga religiosa muy grande que me aprece que hay que quitarle. Una cosa es vivir y otra padecer la vida.
saludos
Hola!!! Uf, que tema.
Hay algo que oí de miembros altos de la Iglesia y es que no habia que buscar la muerte pero tampoco aferrarse en exceso a la vida. Esto lo oí cuando la muerte de Juan Pablo II que no fue sometido a lo que se llaman tratamientos invasivos y quiso una muerte digna.
Es un tema controversial aunque creo que se estan abriendo excepciones incluso en las doctrinas mas duras.
Saludos colega!!!
Buen finde y buen tema el tratado
Analía: son muchos las problemáticas donde uno tiene que haber pasado por algo igual o similar para poder contar la experiencia correcta. Pero desde nuestro lugar estamos para opinar acerca de este tipo de cuestiones.
La Eutanasia es un gran conflicto que tiene a las andanzas a la Iglesia, es verdad.
Germanico: no tenía conocimiento sobre lo de Juan Pablo II. Justamente, el catolicismo es una religión un tanto cerrada, poco flexible, y ante la Eutanasia no creí que iba a declinar jamás. Es un indicio de que hay que comenzar a tomar las cosas con mayor creiterio, porque si nadie se impuso a la voluntad del Papa, después no pueden "condenar" al que repita el hecho.
Saludos
DENIS:
Es un tema muy, pero que muy complejo, yo creo en el derecho a la vida, y ese es el que trato diariamente de ejercer.
Es aplicable el mismo concepto al "Derecho a nacer" ???
Es que no se, como exigimos el derecho a venir a este mundo, de ese se ocupan otros sera humanos, digo, quizás nuestros padres, aquellos que nos han engendrado, pero hay algo seguro, no somos nosotros quienes ponemos en practica el derecho a nacer.
Dicho esto, y ya habiendo nacido, todos los seres humanos tenemos, y hacemos valer, dentro de nuestras posibilidades el derecho a la vida digna, para algunos sera fácil y para otros sera difícil llevarlo a la practica, pero sea como sea todos los humanos lo intentaran.
Ante la cuestión del post, la pregunta que me surge es: Sera digno ejercer el derecho a una muerte "digna" ???
Y encuentro respuestas opuestas. . .
SI: Como dueño absoluto de mi vida tengo derecho a suspenderla cuando yo quiera y a mi manera. Y en el caso determinado que mi existir pase por una situación sin salida y dictaminada con certeza absoluta su carácter de "terminal", podre elegir como y cuando me muero, haciéndolo obviamente de la forma menos dolorosa.
NO: La vida es un bien que no nos pertenece, somos un engranaje dentro de la enorme maquinaria humana, y hemos nacido, y nos hemos desarrollado, gracias a que así la naturaleza lo ha querido, dada esta situación solo el destino y la madre naturaleza son los que determinaran cuando dejo de ser útil a la humanidad, y solo el destino y los adelantos científicos determinaran si mi mal es terminal, acto este que se modifica constantemente debido a los diarios descubrimientos clínicos.
Como veras Denis, me pones ante una gran disyuntiva:
Que hago en el caso de encontrarme ante una situación terminal ???
Me mato o no ???????
Denis, yo he sobrevivido a un choque frontal en la carretera, también cuando practicaba paracaidismo sobrevivi a que el paracaídas principal no se abriera y llegue a tierra con mucha velocidad salvando mi vida el paracaídas secundario de emergencia, y para terminar con mis sobre-vivencias, he superado con éxito tres infartos agudos de miocardio, ellos me dejaron con arteriosclerosis coronaria en las tres arterias principales produciendo la obturacion total de dos y por la que me queda abierta gracias a un stent pasa solo el 60 % de la sangre necesaria.
A pesar de este escalofriante relato, y solo para que no te apene mi vida, te cuento que tengo una calidad vital bastante buena, y no hay explicacion medica para que con mis afecciones... ( a las que se debe sumar que también soy diabético insulino dependiente, hipercolesterólico, hipertriglicérido, hipertenso, y fumador activo )... siga teniendo un vivir tan bueno.
Denis, mas de una vez pensé en la "eutanasia", nunca la he visto como alternativa mediata (por suerte) y creo que si mi calidad de vida fuera muy mala debido a mis enfermedades u otras, solicitaría la ayuda de alguna persona cercana y de mi confianza para dar fin a mi sufrimiento, obviamente buscando la manera de que ese/a amigo/a no tenga consecuencias desagradables posteriormente.
Denis, como dije al principio, es un tema muy, pero muy complejo.
Son el tipo de cosas en las que toda opinión es valida y soberana, pues es de tu vida de la que se habla.
Te dejo un fuerte abrazo, y las felicitaciones por tu post.
CarlosHugoBecerra.
Ahhhhhhhhhh !!!!!!!
Me olvidaba, a tu pedido de que publique algo, ya he subido un nuevo post.
Otro abrazo...
Carlos...
Yo respeto la libertad individual y el derecho sobre el propio cuerpo por sobre todas las cosas. Así que apoyo el derecho a la eutanasia de la misma forma que apoyo el derecho a abortar.
Nadie, por muchas pericias médicas, por mucha ética y la mar en coche, sabe lo que es vivir en el cuerpo del otro. Nadie sabe cuánto duele el dolor del otro.
Me parece una actitud muy irresponsable la de aquellos que se creen habilitados a tomar decisiones sobre los cuerpos de los demás, sobre sus subjetividades, sobre sus dolores. ¿En calidad de qué lo hacen?
Vos citaste el caso del español tetrapléjico. Aquellos que le negaban "la muerte digna", ¿creen que le estaban dando así una "vida digna"?
Hipocresía pura.
Pufff!!
Temas controvertidos si los hay!
Mirá Denis, como se viene reflejando en los comments, definir una postura al respecto es subjetivísimo. Lo lamentable es que no exista el "derecho a elegir", no?
Un abrazo grande.
Particularmente me daría miedo la ley,entre varios te digo 3 motivos:
1-podría salir más económico dejar morir y con ello se disminuye el esfuerzo de investigación en la medicina.
2- si los ancianos son dejados de lado, aislados en asilos,muchos pueden serían eliminados simplemente.(presionando de alguna forma en q ese ser enfermo se convirtio en carga)
3- La ley menciona q una de las condiciones es q el enfermo o los fliares,tienen q tener un buen estado mental en el momento de tomar la decisión,y aquí se tambalea porq se supone ante la enfermedad terminal,depresión,tendencias suicidas,y demás
Yo no estoy a favor es como un suicidio
Carlos:
Opinar sobre este tema es muy subjetivo. Por supuesto que tiene sus pro y sus contras, todo es relativo, también hay que estudiar con detenimiento el caso específico en el cuál se va a hacer uso de este mecanismo.
Estoy de acuerdo con vos en que somos parte de la maquinaria humana. Sin embargo, podemos tomar nuestras propias decisiones siendo parte activa de ella. Somos un eslabón más de esta cadena de salvación.
Niña z:
Cualquiera que se anime a decidir sobre la vida de los demás, creo que lo hace pensando siempre en el dolor propio que puede llegar a causar no tener más a esta persona. Estimo que el que no quiere que se utilize la eutanasia para un familiar directo, esposa, hijo, etc., lo hace por el dolor que le puede causar.
Federico Gauffin:
Todos tenemos el derecho de elegir, el problema es que no nos dejen, que no se respete ese derecho natural del hombre.
Cuando aprendemos lo que es la libertad para obrar y pensar, nos damos cuenta que tenemos las herramientas para cumplirlo, pero no las utilizamos como corresponde.
Dispersa:
No me lo había puesto a pensar que es una forma de suicidio. Pero entendido desde el punto de vista de "vivir por sus propios medios", una persona no se está suicidando, está viviendo sin máquinas ni elementos médicos.
Toda opinión es válida en este debate.
Considero que tan importante es el derecho a la vida como a la muerte.
El problema es quien debe tomar la decisión. Creo que una solución sería dejar explícito de antemano nuestro deseo.
Por que uno no puede elegir cuando morir? Si ni siquiera nos preguntan cuando queremos venir al mundo, cuando queremos vivir...por que al menos, no tomar el privilegio de elegir el destino propio...
No solo me refiero a casos extremos, me refiero en general, cada cuerpo, cada identidad, esta atravesada por subjetividades propias y a la vez, sociales. Es decision (a mi parecer) de cada uno el destino de su propia vida. Incluso si la desicion implica acabar con ella.
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