lunes, 30 de junio de 2008

Vos me ganaste la partida, yo te emboco



“Hay buenos muchachitos, con metejones de primera agua, que le amargan la vida a sus respectivas novias promoviendo tempestades de celos, que son realmente tormentas en vasos de agua, con lluvias de lágrimas y truenos de recriminaciones. Generalmente las mujeres son menos celosas que los hombres. Y si son inteligentes, aun cuando sean celosas, se cuidan muy bien de descubrir tal sentimiento, porque saben que la exposición de semejante debilidad las entrega atadas de pies y manos al fulano que les sorbió el seso. De cualquier manera; el sentimiento de los celos es digno de estudio, no por los disgustos que provoca, sino por lo que revela en cuanto a psicología individual. Puede establecerse esta regla: cuanto menos mujeres ha tratado un individuo, más celoso es." Roberto Arlt, Sobre los celos en Aguasfuertes Porteñas.

Los celos, los celos…son la inestabilidad propia del ser humano. Celo se asemeja con envidia, ese sentimiento que propaga diferencias entre las personas. No hay celos únicamente entre una pareja de ambos sexos, sino que los celos se notan en el trabajo, en la familia, entre los amigos, en el colegio, en la universidad y en cualquier ámbito donde uno supera la barrera de lo que quiere el otro.

Considero al celo como el sentimiento que irradia una persona cuando anhela lo que el otro tiene. Ese celo que a veces se transforma en una situación enfermiza de uno de los dos lados, el que lleva adelante un emprendimiento, por ejemplo, y el que desea hacerlo él mismo.

En una situación laboral, dentro de un equipo de trabajo, siempre hay un jefe que divide las tareas entre los empleados. Generalmente, a uno le toca realizar tareas más importantes que las del resto. Si al que lo hace le está yendo bien, muchas veces se genera una ruptura en el interior del grupo.

Supongamos que a Ruben le bajaron línea para llevar adelante una reunión con los gerentes de la organización y a Carlos le dijeron que se ocupe de los jefes. Ambos tienen que darse ayuda mutua para lo que necesiten, sin entrometerse en profundidad en ninguno de los dos casos. Ruben logra reunir a los gerentes, da una buena impresión y todos se quedan contentos por la oratoria de éste. A Carlos también le fue bien, pero sabe que orientar a integrantes de una gerencia, como le tocó a Ruben, es más importante para su futuro.

Caricatura de Monero Hernández.

Desde este momento, Carlos siente inferioridad y el clima cambia. Los celos y la envidia le carcomen la mente a Carlos y comienza a obrar con mala fe en todas sus actitudes. El grupo se desintegra en su núcleo. Esto es lo que genera una rivalidad que nunca acabará, donde uno quiere lo que al otro le tocó.

Este tipo de casos puede darse dentro de una oficina, como así también puede darse en una reunión familiar, entre amigos o entre una pareja. De todas formas, a veces los celos están buenos. Dejan de serlos cuando se convierten en sentimientos enfermizos.

¿Pasaron por alguna situación donde los celos sacaron lo peor de su persona?

7 comentarios:

FLOR dijo...

Hola Denis,
Toda persona es celosa, unos más otros menos.
Creo que los celos son una manera de demostrar la inseguridad del que los genera.
La mente es tan inteligente que es capaz de guiar a una persona por los celos y que ésta actue a través de ellos.
Creo que las mujeres son más celosas que los hombres, (al menos en mi caso es asi), y creo que no pasa por ser inteligente o no, va más allá de eso. Se trata de tener confianza, primero con uno mismo, después con los demás.
Saludos.

Luna dijo...

Generalmente no soy celosa, lo normal diría. No considero a la otra persona, ni a mis amigos o familia como posesiones. Como dice Flor es un problema de confianza o de autoestima.

Anónimo dijo...

¡Son un mal necesario, mi amigo!

Denis Fernández dijo...

Flor:
Es verdad lo de la inseguridad. En el caso que yo especifiqué en la nota, en un ámbito laboral, pasa exactamente igual que en la vida fuera de una oficina.
"Las mujeres son más celosas que los hombres": a veces los hombres no lo sabemos expresar y pasa por alto, como si no tuviésemos celos por nada. De todas formas, yo fui muy generalista con mi opinión, en casos específicos varía este sentimiento.
Coincido con vos sobre la confianza en uno mismo. Si uno no confía en su propia persona, menos va a confiar en los demás.

Anónimo dijo...

Amigo Denis, ¿por qué tardará tanto mi máquina en cargar tu blog? Ya le hice de todo y sigue costando arrancar (lo mismo me pasa con el blog de Germánico y él tampoco le encuentra explicación).
Salute!

Denis Fernández dijo...

Luna:
No es cuestión de sentir que los demás son posesiones, uno puede ser celoso y no caer en la envidia.
Como también respondí, hay que confiar en uno mismo para superar caer en celos enfermizos.

Federico:
Dos cuestiones:
1- ¿Quiénes son un mal necesario? ¿Los celos o las mujeres?
2- A mi me pasa lo mismo cada vez que quiero abrir los blogs. Pero hay otro problema, cada vez que entro me abre post anteriores en la home, nose porque. Quiero llamar a mantenimiento de blogspot, pero tampoco encuentro datos.
Muchas gracias por el aviso!

dispersa dijo...

tema díficil,con mil aristas.Los celos de pareja,creo q el hombre lo es mas,ya q nosotras es más un tema cultural,esos postulados q aunq no te importe lo hacen porq se esta programada,un poco es la educación.También hay celosos q cubren sus culpas,y la infidelidad hoy se tapa con celos.En la oficina,es poco saludable,pr es el resultado de toda esta gran maraña,de pisa la cabeza del otro.
Ayer hablaba cn una amiga q festejaba(por llamarlo de algun modo)el despido de otra,ya q ella ascendía le dije mientras sigamos pensand q el beneficio se da por el fracaso de otro estamos perdidos ...se me quedo mirando,yo en su posición me apeno 1º prq el laburo de alguién es importante,y luego sostengo q es una gran maquinaria q pronto me descartará también.

En lo particular mi amor es celoso,casi enfermizo al principio me gustaban esos juegos..ahora trato de negativizarlos porq llegan a dañar,de a pco vamos logrando q tomen su cauce.

salute