sábado, 24 de mayo de 2008

Para Feinmann con cariño

Soy nuevo en el ambiente blog, pero ya me siento parte de este medio tan único, comprensible y sin nigún tipo de censura. Escribí varios artículos donde tuve la "mano amiga" de editores que, por un motivo u otro, impidieron que toda mi libertad sea plasmada. Siento mucha pena por los dichos de Feimann. No pena de dolor, sino pena por considerar al escritos de un blog como una persona pelotuda. Nadie es dueño de la verdad, en todo el sentido de la palabra VERDAD.
Ser culto, admirado, reconocido, no le da el derecho a este señor de proclamarse de esa manera. Los escritores de blogs tenemos algo que él no tiene: autoridad de decisión. Fijarnos por parámetros y principios propios no debería causar actitudes como estas. Feinmann tiene la mente regida por un lineamiento histórico del "conocedor". Está marcado por ciertos tipos de conocimiento, que lo hacen creerse un ser superior.
Escribir un blog no amerita tener capacidades brillantes en el pensamiento. No hay punto de comparación en el trabajo de Feinmann con el nuestro, señores. Pero, escribir un blog es de artesanos. Tenemos que sentirnos así. Las críticas nos fortalecen, no nos hacen caer. Tener en claro para que estamos nos juega a favor.
Opinamos y escribimos sobre lo que se nos canta la pierna. Que él se dedique a analizar a sus pares, y no a inferiores -en su criterio- como nosotros. Contentos con los que hacemos, hace que sigamos escribiendo blogs. A nuestra manera, no a la de Feinmann.

La palabra de José Pablo

4 comentarios:

Lazarillo Mochilero dijo...

En líneas generales vengo viendo que a muchos le molestó dos cuestiones:

1) que crea que los blogs no son relevantes

2) que diga que cualquier boludo tiene un blog (lo cual no es mentira).

Tanto cuesta aceptar una opinión contraria, tan legítima como la de quienes pensamos lo opuesto ? No me importa que el tipo sea pro-K, ni etc, está en su derecho manifestar X cuestión y sin que ello implique atacarlo por ¨esa¨ X cuestión, porque entonces ahí decae la farsa de que en la blogósfera impera la libertad de opinión y que, a diferencia de los medios tradicionales, todo es ¨bienvenido¨, sin censuras, ni ataques personales.

Gonzalo dijo...

Coincido con algunas de las cosas que dice Feinman en el video. Es cierto que en muchos blogs se dicen pelotudeces, como también es cierto que se dicen en los medios tradicionales. En última instancia, no es el escritor el que tiene que ahorrarle el tiempo al lector al abstenerse de publicar su mala prosa, sino que es el lector el que tiene que tener una mirada crítica y elegir lo que para si es valioso o no. Si uno, por saberse pelotudo, se callara la boca, estaríamos en problemas. Sería mejor que el lector se tomara el trabajo de decidir por su cuenta lo que quiere leer y si su calidad es apropiada o no. Muy bueno el blog!

Gonzalo dijo...

¡Rescatemos al lector cómplice!

Denis Fernández dijo...

¿Cuál es la forma para rescatar al lector cómplice? Se hace muy difícil atraer, ya que la búsqueda de lectura siempre tiene como fin argumentos banales, carentes de profundidad. Lo puede tener este blog, por supuesto. El objetivo es no caer en cuestiones mediáticas. Hay que buscar la forma.