sábado, 2 de agosto de 2008

Fúnebre minimercado



El nuevo empleado del mini mercado sufrió demasiado para que su vida termine de la forma en que ocurrió. Un ladrón – que curiosamente había sido apresado hacía solo una semana en un operativo en una villa de San Justo- no tuvo piedad del joven.

Entró sigilosamente por la puerta corrediza -que rara vez funciona-, se acercó a las góndolas de los lácteos, tomó algunos productos -que ni siquiera podía cargar- y los apoyó con mucho cuidado sobre el mostrador desprolijo, con manchas y fracturas que jamás fueron arregladas.

Lucio Fonseca, un poco atontado, tomó cada uno de los productos, los envolvió y luego, mentalmente, sacó la cuenta de cuánto debía pagar el cliente.

Cuando Claudio Arévalo, de 33 años y 5 antecedentes por robo agravado e intento de homicidio escuchó la suma, no atinó un segundo y apuntó su pistola hacia Lucio. Este trató de escapar por atrás del mostrador, pero el delincuente fue más rápido y lo atrapó. Le propinó una gran cantidad de golpes y luego disparó dos veces en sus piernas.

El delincuente lo miró fijamente mientras este se retorcía en el suelo, le pisó la pierna derecha, le dijo una frase incomprensible y le disparó exactamente debajo de su hombro izquierdo. Horas más tarde fue encontrado a solo unas cuadras del lugar y volvió a ser apresado.

8 comentarios:

la niña z dijo...

Entre este post y el anterior...qué forma heavy de empezar el fin de semana, nene!

Anyway...creo que tus líneas son una clara imagen de algo que una fiel lectora de la sección policiales como yo ve seguido y es que el delito en estos últimos dos años diría, viene indefectiblemente ligado a una extrema violencia. Excesiva, si me permitís el término. Toda violencia es excesiva a mi entender, pero uso ese término para referirme a que los delincuentes no la usan como instrumento intimidatorio para conseguir sus fines, sino que pareciera que lo hacen por puro sadismo. Te afanan el celular y, de paso, de onda, te pegan un tiro en la cabeza. No se. Me encantaría dar con un sociólogo que me explique qué es lo que nos está pasando.

Buena pluma, caballero, no deje de escribir que lo espero ansiosa.

Francis dijo...

La niña z, tendrá algo que ver con Dragon ball z?

★Carlos Becerra★ dijo...

Denis:

La violencia callejera es una constante en el globalizado mundo actual...

El Bronx (NY), Hialeah (MIA), Montmartre (París), Barrio Gótico (Barcelona), El antiguo (Oviedo), China Town (los Ángeles), La piedra (Vigo), Red Zone (Amasterdam), son solo una muestra de barriadas peligrosas para una comunidad pacifica y sociable.

El problema de Argentina es la violencia generalizada, lo que llaman la colombinizacion de Argentina.

He cruzado en coche Colombia, El Salvador, Nicaragua, y Mexico ( solo por citar algunas) y he estado en lugares violentos como Luanda (Angola), Teheran (Iran) o Bangladesh y en estos casos no es la violencia social la que da miedo, lo que atemoriza de estos lugares es la falta absoluta de seguridades constitucionales, y la certeza que de acudir a fuerzas del orden ellas sera mas corruptas y terribles que los mismos delincuentes o terroristas.

Hablando de terroristas, yo estaba en USA cuando lo de las torres gemelas, también en España cuando lo de Atocha, y cerca de Londres cuando lo de la Plaza Tavistock...pareciera que la violencia terrorista me siguiera...verdad ???

Como te digo en la contestación a tu comentario en mi blog, yo veo muy distante lo de aquella argentina que tanto amo, me duele y da temor pues mis hijos viven allí y si bien gozan de un excelente nivel de vida y moran en barrios privados con seguridad propia, igual tienen que circular por las mismas calles que miles de delincuentes comunes son capaces de por verlos en coches de alta gama o que usan ropa de marca, o que llevan a su lado a una señorita bella les peguen un tiro ...que se yo Denis ???? Odio la violencia por la violencia misma, y amo la armonía por lo mismo.

Lamento lo de Lucio Fonseca, y lo de todos los Lucios Fonsecas que a diario sufren la manía de delincuentes baratos que seguramente bajo los efectos de la droga o el alcohol no valoran la vida humana y despreciando hasta la suya propia llenan de plomo a un inocente.

Amigo, te dejo un abrazo grande y sincero.

CarlosHugoBecerra.

dispersa dijo...

lo q más lástima q son un crímenes q se pueden evitar,la mayoría de los delitos q hoy sufre la sociedad los autores "cargan" con 5 o 6 condenas,y no tendrían q estar libres.La semana pasada hubo paro de colectiveros por otra muerte,entre las zonas liberadas,los convictos libres,los poli corruptos(en san justo robaron a chinos 2 de ellos)y la impunidad con la q se comete un robo vamos a tener q construir una cárcel para nosotros los q no delinquimos.


q estes bien

Germanico dijo...

Que espanto! No tengo palabras. Estamos en la selva, en una larga pelicula de terror que no termina.

Saludos

Denis Fernández dijo...

Aclaro que no es un caso verídico, es un pequeño relato "tarntinezco" que inventé, que refleja la violencia de la Argentina

Susodicha dijo...

...creo que en esa escena...hay muchos nudos sociales por resolver...demasiada desintegracion en seres llenos de necesidades...o simplemente faltos de la empatia para respetar la vida ajena...o valorarla...


Un beso and saludete.

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Un post que aunque sea una creación literaria, me familiariza con muchas noticias que leo de mi Santa Fe, y como esta ola de violencia crece en Argentina.
He leído un comentario aquí, y es cierto que hay una violencia generalizada... pero mencionar sitios que cualquiera sabe tienen cierta tradición de violencia, nada tiene que ver con lo que está ocurriendo en algunas partes de Argentina. Hace dos años fuí de vacaciones, y aseguro no me lo pasé tan bien con el tema inseguridad... en mi barrio que no era marginal ni mucho menos, pocos comerciantes aún no habían sido asaltados...
pos naaaa, crudo relato
un saludo
faBio