sábado, 9 de agosto de 2008

Ponele música sin fronteras

No soy un fulano
con la lágrima fácil,
de esos que se quejan sólo por vicio.
Si la vida se deja yo le meto mano
y si no aún me excita mi oficio,
y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel
de todos los hombres
que nunca seré:
Al Capone en Chicago
legionario en Melilla
pintor en Montparnasse.
Mercenario en Damasco
costalero en Sevilla
negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma
deportado en Siberia
sultán en un harén.
¿Policía? ni en broma
triunfador de la feria
gitanito en Jerez.
Tahur en Montecarlo
cigarrillo en tu boca
taxista en Nueva York.
El más chulo del barrio
tiro porque me toca
suspenso en religión.
Confesor de la reina
banderillero en Cádiz
tabernero en Dublín.
Billarista a tres bandas
insumiso en el cielo
dueño de un cabaret.
Arañazo en tu espalda
tenor en Rigoletto
pianista de un burdel.
Bongosero en la Habana
casanova en Venecia
anciano en Shangri La.
Polizón en tu cama
vocalista de orquesta
mejor tiempo en Le Mans
Cronista de sucesos
detective en apuros
conservado en alcóhol.
Violador en tus sueños
suicida en el viaducto
guapo en un culebrón.
Morfinómano en China
desertor en la guerra
boxeador en Detroit.
Cazador en la India
marinero en Marsella
fotógrafo en Play Boy.
Pero si me dan a elegir
entre todas las vidas, yo escojo
la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán, capitán
de un barco que tuviera
por bandera
un par de tibias y una calavera.

La del pirata cojo, Joaquín Sabina

miércoles, 6 de agosto de 2008

El diablo invadió el paraíso

Dios le dijo a Adán:

-Tienes a tu alcance una Banelco para la cuenta 18.0015-4 del Banco Francés que contiene unos cuantos millones de dólares, pero no puedes gastarlo.
-Y para que me dices esto si no la podré usar. Lo mismo has hecho con el árbol de manzanas…y conocemos las consecuencias.
-Esta es una nueva oportunidad que te doy para redimirte ante mi figura.
-¿Y que crees que podría hacer con todo ese dinero?
-¿Cómo sabes que la palabra “dinero” existe? Yo nunca la he nombrado.
-Me la estás mostrando…
-Yo solo te he dicho que tienes a disposición una cuenta bancaria.
-¿Y los bancos no manejan “dinero”? Muchas cosas las entiendo Señor, aunque tu no me las hayas explicado.
-¡Me sorprendes Adán! Has perdido tu inocencia y yo no me he dado cuenta…Dime una cosa, ¿tu has vuelto a ver a Eva, verdad?

Adán titubea –No, desde que tú la echaste del paraíso, no he sabido de ella.
-Adán…
-Lo juro Señor, me han contado, pero…
-¡¿Quién te ha contado?! Si sólo están tu y ella en el mundo que he creado.
-Hace unos días…
-¿Cómo sabes lo que son los días? Si todavía nadie ha creado el calendario…Adán, ¿de dónde has sacado todos estos conocimientos?
-Déjame contarte…
-Has perdido tu inocencia Adán, ¡la has perdido!
-Una monja ha venido a mí para guiarme.
-¿Una monja?
-Si, así se hizo llamar. Vestía con una túnica negra y larga, que no dejaba ver sus piernas…(¡extraño tanto las de Eva mi señor!) Sobre su cabeza llevaba una manta que cubría su rostro, dejándole ver sólo sus brillantes ojos.
-¿Y que he dicho?
-Me contó sobre el dinero, los bancos, las guerras, la inmoralidad, la hipocresía, el egoísmo, la lujuria, la pereza, el diablo, las iglesias…
-Cuánto mal ha infundido en ti, ¿le has creído?
-Sonó muy cierto señor, fue muy sincera y sus argumentos eran razonables y comprobables.
-¡También te ha hablado de la ciencia! Todo el reino que he creado está en peligro, que disgusto…Eva ha vuelto para provocarme.
-¿Eva?, ¿dónde está que no la veo?
-Adán, la monja que has visto es Eva. Comprende eso, se disfrazó para engañarte y confundirte.
-Eva no haría eso, Señor.
-Lo ves, ha logrado manipular tus pensamientos, ¿qué más te ha dicho?
-No se como lo hizo, pero me anticipó que tu me darías dinero y me pidió que con él le compre joyas, ropa, perfumes, le construya palacios e iglesias.
-Eva es el diablo en persona…
-¿Cómo dice Señor?
-Nada Adán, ya comprenderás…

martes, 5 de agosto de 2008

La religión al borde de la locura: el Señor engañó a su servidor (2da. Parte)

(Cliquear aquí para ver la 1ra. Parte)

El señor me imploró por su alma. El cielo era nuestro destino y yo debía empujarla hacia él, a ese cielo que sería nuestra eternidad, nuestra salvación.

Mi promesa fue hacia Dios y hacia nosotros. Juré llevarla conmigo. Ella no actuó por sí misma. Yo debía empujarla hacia él, pero el Señor no me dio tiempo para que yo la siga.

Desde ese momento no consigo verla. No me han dejado ir a buscarla. Nosotros nos prometimos, en realidad, le prometí nuestra salvación. Y hoy me quedé sin nada, devastado.

El Señor así lo quería, supongo. “En el cielo alcanzarás la plenitud de tu alma”, me sigue repitiendo. Desde aquí, interconectado con cables, no lo puedo alcanzar. Atrapado entre sábanas, no lo puedo tocar. Imploré e imploré por una respuesta que nunca ha de llegar.

El Señor me prometió una nueva vida, la que aquí no le pude dar. Y me esquivó.

sábado, 2 de agosto de 2008

Fúnebre minimercado



El nuevo empleado del mini mercado sufrió demasiado para que su vida termine de la forma en que ocurrió. Un ladrón – que curiosamente había sido apresado hacía solo una semana en un operativo en una villa de San Justo- no tuvo piedad del joven.

Entró sigilosamente por la puerta corrediza -que rara vez funciona-, se acercó a las góndolas de los lácteos, tomó algunos productos -que ni siquiera podía cargar- y los apoyó con mucho cuidado sobre el mostrador desprolijo, con manchas y fracturas que jamás fueron arregladas.

Lucio Fonseca, un poco atontado, tomó cada uno de los productos, los envolvió y luego, mentalmente, sacó la cuenta de cuánto debía pagar el cliente.

Cuando Claudio Arévalo, de 33 años y 5 antecedentes por robo agravado e intento de homicidio escuchó la suma, no atinó un segundo y apuntó su pistola hacia Lucio. Este trató de escapar por atrás del mostrador, pero el delincuente fue más rápido y lo atrapó. Le propinó una gran cantidad de golpes y luego disparó dos veces en sus piernas.

El delincuente lo miró fijamente mientras este se retorcía en el suelo, le pisó la pierna derecha, le dijo una frase incomprensible y le disparó exactamente debajo de su hombro izquierdo. Horas más tarde fue encontrado a solo unas cuadras del lugar y volvió a ser apresado.

Ponele música

Solo piensa en todas las bocas hambrientas
que alimentar,
mira alrededor todo el sufrimiento que creamos,
tantas caras solitarias dispersas por todas partes,
buscando lo que necesitan.

Es este el mundo que creamos?
Que hicimos por el?
Es este el mundo que invadimos contra las leyes?
Así parece, al final de todo.
Es esto por lo que estamos viviendo el presente,
el mundo que creamos?

Sabes que todos los días
nace un niño indefenso,
que necesita cuidado y amor
en un hogar feliz.
En alguna parte,
un hombre rico esta sentado en su trono,
esperando la vida pasar.

Es este el mundo que creamos,
lo hicimos nuestro.
Es este el mundo que devastamos hasta los huesos?
Si hay un Dios en el cielo, mirándonos,
que pensara de los que hicimos
en el mundo que El creó?

Is this the world we created?, Queen